Hoy me han dicho ,José, buen amigo
que de tanto sufrir, ya cansado
para el Cielo sin más te has ido
Y aquí solos, sin ti, nos hallamos
todos cuantos de ti recibimos
tu sincera amistad
tu alegría y bondad
y tu afecto infinito.
Te recuerdo, amigo,
que tenemos pendiente
una charla tu y yo
mano a mano
que la última vez que nos vimos
por las prisas, para otra ocasión
lo dejamos.
No lo olvides.
Se seguro que voy a encontrarte,
con la misma sonrisa en la cara,
en tus ojos la misma alegría,
y en tu boca las mismas palabras.
Siempre amables, tranquilas, cercanas.
A la espera que esto suceda,
te reitero, José, fiel amigo,
mi amistad y también el deseo
que estés disfrutando en el Cielo
de la gloria y la paz que mereces.
Como has sido una buena persona,
es seguro que estas ubicado en el Cielo
muy cerca del AMO.
Esperamos de ti y te rogamos
que nos guardes un sitio a tu lado
y podremos montar la tertulia
y tratar cualquier tema divino o humano
Hasta luego José. ¡Gran amigo!
Más que amigo, has sido un hermano.
No te digo ADIOS
Amigo, hermano.
Si no ¡hasta luego!
Con un gran abrazo...
Luis