Miedo a volar

Como yo no tengo alas,
como bien es manifiesto
ni a las buenas, ni a las malas
ni a la fuerza, por supuesto,
logrará nadie en el mundo
sea mujer o varón
verme subir a un avión
ni tan siquiera un segundo
tengo miedo, lo confieso
os lo juro por mi honor
No me avergüenzo por ello
ni me da ningún rubor
Y a todo el que ahora
se carcajea y me advierte:
“solo te llega la muerte
cuando ha sonado tu hora”
pregunto serenamente
¿y si la hora ha llegado
de un señor que a mi lado
dormita tan ricamente?
¿puede ser que el comandante
que es el que manda en el vuelo
si le llegara el instante
de poner proa hacia el cielo
diría a la Negra Dama
“¿no ve que estoy conduciendo?
Déjelo para otro rato
que ahora mismo no puedo”
Imagino la respuesta:
“ya no le queda mas tiempo.
Acuda presto a la cita”
Y a los demás pasajeros,
en ese preciso instante,
sin comerlo ni beberlo,
les llegaría la hora
de subir también al cielo
No. Yo no quiero, por ahora,
morir si no es mi momento.
Lo repito: soy cobarde.
pero también muy sincero.
No subiré a un avión
temo morirme de miedo.