Sables
Nuevamente se oye a los sables,
entonar la canción de la muerte.
Sinfonía de luto y de sangre
que oirán los que no tienen suerte.
Pisarán otra vez con sus botas,
por las huertas y campos de trigo
y hasta el pan faltara en muchas bocas,
pues ni agua se da al enemigo.
No me gusta el ruido de sables.
Ni que invoquen a Ala o a Cristo,
y en su nombre dejar como eriales,
a ciudades que siglos han visto.
Será el pueblo quien sufra los males.
Pero eso a ellos les importa un pito.
Otra vez los sables.
Los sables no deben salir de sus fundas.l
Queremos la paz. No queremos tumbas.
entonar la canción de la muerte.
Sinfonía de luto y de sangre
que oirán los que no tienen suerte.
Pisarán otra vez con sus botas,
por las huertas y campos de trigo
y hasta el pan faltara en muchas bocas,
pues ni agua se da al enemigo.
No me gusta el ruido de sables.
Ni que invoquen a Ala o a Cristo,
y en su nombre dejar como eriales,
a ciudades que siglos han visto.
Será el pueblo quien sufra los males.
Pero eso a ellos les importa un pito.
Otra vez los sables.
Los sables no deben salir de sus fundas.l
Queremos la paz. No queremos tumbas.
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