Maria y Roberto
Ha cumplido los ochenta
pero nadie lo diría,
pues es toda una señora.
La llaman Doña María.
Es un poquito mayor
-ella dice que unos días-
que su marido Roberto.
Y no tienen mas familia
que un perro al que llaman “Treski”
Y un canario: “Maravillas”.
Son tantos los días juntos,
tantas cosas compartidas,
que casi ya no se hablan
pero se hacen compañía.
Hoy es un día especial.
Es el santo de María,
pero Roberto no ha dicho
ni esta boca es mía.
María está disgustada
“¿se acordará que es mi día?”
En esto que suena el timbre.
“Soy de la floristería
que les traigo este ramo
que es para Doña María”
Totalmente emocionada
y llorando de alegría,
toma en sus manos las rosas
que su Roberto le envía.
Rosas rojas de pasión,
sin duda sus preferidas.
Y perdida entre las hojas
una nota a mano escrita:
“Al único y gran amor
que he tenido en mi vida.
te llevo en mi corazón
cual si fuera el primer día”
María elige una rosa
la que encuentra mas bonita,
y se la ofrece a Roberto
que embobado se la mira.
Y se abrazan dulcemente…
“Creí que te olvidarías”
Y mirándose a los ojos
Se dan Roberto y María
El mas dulce de los besos
De toda su larga vida.
pero nadie lo diría,
pues es toda una señora.
La llaman Doña María.
Es un poquito mayor
-ella dice que unos días-
que su marido Roberto.
Y no tienen mas familia
que un perro al que llaman “Treski”
Y un canario: “Maravillas”.
Son tantos los días juntos,
tantas cosas compartidas,
que casi ya no se hablan
pero se hacen compañía.
Hoy es un día especial.
Es el santo de María,
pero Roberto no ha dicho
ni esta boca es mía.
María está disgustada
“¿se acordará que es mi día?”
En esto que suena el timbre.
“Soy de la floristería
que les traigo este ramo
que es para Doña María”
Totalmente emocionada
y llorando de alegría,
toma en sus manos las rosas
que su Roberto le envía.
Rosas rojas de pasión,
sin duda sus preferidas.
Y perdida entre las hojas
una nota a mano escrita:
“Al único y gran amor
que he tenido en mi vida.
te llevo en mi corazón
cual si fuera el primer día”
María elige una rosa
la que encuentra mas bonita,
y se la ofrece a Roberto
que embobado se la mira.
Y se abrazan dulcemente…
“Creí que te olvidarías”
Y mirándose a los ojos
Se dan Roberto y María
El mas dulce de los besos
De toda su larga vida.
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