En la arena

Era una noche de agosto
espléndida luna llena
iluminaba la playa
que estaba casi desierta
y allí apareciste tu
paseando por la arena
descalzos tus lindos pies
largas y hermosas las piernas
el tejano resaltaba
tu anatomía perfecta
con la camisa anudada
dejando el ombligo fuera
estaban medio a la vista
tus dos mimosas siamesas
el contraluz de la Luna
dibujaba tu silueta
de hurí del paraíso
cimbreante cual palmera
un viento húmedo y denso
jugaba en tu cabellera
rubias guedejas de oro
envidia de las sirenas
me fui despacio hacía ti
por tal de verte más cerca
y envolverme en el perfume
de tu piel tersa y morena
ya a tu vera sonreí
tu me miraste apenas
cuando te quise decir
¿querrías ser mi princesa?
una luz viva en el cielo
rompió la noche serena
entonces supe que estaba
solo y dormido en la arena.